Sopa de cebolla francesa con crutones de ajo
Al caer la tarde parisina en una fresca noche de otoño, la cocina se llena del cálido aroma de cebollas caramelizadas. Con la Geedel, puedes preparar fácilmente grandes cantidades sin desorden. Combinada con queso gruyère y cubierta con crutones de ajo, esta clásica sopa de cebolla francesa crea una comida cálida y acogedora, perfecta para reuniones con amigos.
Ingredientes
- 3 cebollas amarillas (preferiblemente variedades dulces, de temporada durante el otoño y el invierno)
- 500 ml de caldo de res
- 60 g de queso gruyere (rallado)
- 1 baguette
- 25 g de mantequilla
- ⅛ cucharadita de tomillo seco
- ½ cucharadita de sal
- Pimienta negra recién molida, al gusto
- 2 dientes de ajo (picados hasta formar una pasta)
- 1 cucharada de aceite de oliva
Instrucciones
1. Cortar cebollas: una experiencia sin lágrimas
Pele y corte las cebollas en cuartos, luego colóquelas en el tubo de alimentación de un procesador de cebollas. Su diseño de cámara profunda contiene eficazmente los vapores penetrantes. Con una suave presión, obtendrá hebras de cebolla finas y uniformes. Procese tres cebollas sin esfuerzo, sin rasgar ni ensuciar, ya que las cebollas cortadas caen perfectamente en el recipiente adjunto, manteniendo su encimera limpia.
2. Caramelizar las cebollas: el alma del plato
Derrite 15 g de mantequilla en una sartén a fuego lento. Agrega las cebollas cortadas en rodajas y una pizca de sal (para que suelten la humedad). Saltea con paciencia durante unos 20 minutos hasta que las cebollas adquieran un color ámbar intenso. Incorpora tomillo seco y pimienta negra para que liberen su aroma y luego vierte el caldo de res. Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 15 minutos para que los sabores se integren.
3. Preparación de crutones de ajo: el toque final perfecto
Corte la baguette en rebanadas y, con el picado grueso de un procesador de verduras, presione suavemente las rebanadas hasta obtener cubos uniformes de 1 cm. Mezcle el resto de la mantequilla, la pasta de ajo y el aceite de oliva, y luego mézclelos con los cubos de pan hasta que estén bien cubiertos. Extiéndalos en una bandeja para hornear y hornéelos a 180 °C durante 8 minutos, hasta que estén dorados y crujientes.
4. Uniendo todo: la tradición se une a la facilidad
Sirva la sopa de cebolla en tazones resistentes al calor. Cubra con queso gruyère rallado y hornee a 200 °C durante unos 5 minutos, hasta que el queso se derrita y adquiera unas atractivas manchas doradas. Retire del horno y decore con los crutones recién horneados. Esta rica y sabrosa sopa, acompañada del cremoso queso y los crujientes crutones que absorben el caldo, crea una armoniosa mezcla de texturas y sabores. Servido con una copa de vino caliente, este plato encarna la esencia del confort continental.
Conclusión
La parte más difícil de la sopa de cebolla francesa —manipular cebollas que hacen llorar— se soluciona fácilmente con un procesador de cebollas, mientras que lograr la textura ideal del crutón se simplifica con una picadora de verduras. Para los amantes de la cocina francesa, estos no son solo aparatos, sino herramientas esenciales que aportan la calidez de un bistró parisino a su hogar. Sin complicaciones ni técnicas complejas, un tazón de sopa de cebolla francesa preparado con cariño puede convertirse en el plato estrella de esta temporada.




